domingo, 6 de febrero de 2011

Jordi Sancho cede el protagonismo a sus compañeros en la difícil victoria del Terrassa en Rubí

Antes de empezar, debéis saber que el titular estaba pactado. En el coche, de vuelta a Terrassa, lo acordamos. Ya sabéis que este blog sin Jordi Sancho no es nada, así que tengo que darle bola, que sino se me hunde. En caso de haber titulado de modo serio, podría haber sido algo así: "El Terrassa sentencia el campeonato en la pista del Regina Carmeli". Pero, sinceramente, el otro titular es más jugoso.
Durante la previa del partido, los jugadores egarenses sabían de la importancia de la victoria. Derrotar al Rubí en su pista les iba a dejar líderes y con el camino hacia el campeonato prácticamente solventado (todavía quedan muchos partidos, pero sino se hace el capullo, no habrá motivos para sufrir). Aunque lo más importante no es el campeonato. Los discípulos de Edu Villar saben que ser campeones conlleva triple premio. 1-Cena pagada por el excelentísimo delegado, Don Moisés González Muñoz. 2-Cena pagada por el club por conseguir el ascenso, y 3, y avanzándolo en exclusiva, camping Vendrell-Platja pagado EN SU TOTALIDAD por el míster. Vamos, que los jugadores quieren ser campeones para engrandecer su palmarés... Y un huevo! ¡Lo quieren para irse de cena y acostumbrarse a la buena vida! Con todo esto, qué creéis que hicieron los jugadores? Ganar, aunque sufriendo más de la cuenta. Finalmente se llevaron el encuentro por 53 a 55. Partido a muchos puntos, donde los ataques estuvieron muy inspirados.
El Club Natació Terrassa afrontaba el vital partido con las bajas de Pau Burgaya y Carlos Aguilar. El primero, porque prefiere ver los partidos desde el banquillo; el segundo, porque tenía que estudiar. (Carlos no tengo nada en tu contra, pero aquí reparto palos para todos) ¿Alguien se cree que el muchacho se tiró TODA la tarde del sábado hincando los codos? Cuanto menos dudoso. Ah, y se me olvidaba. Tampoco estaba Ramon Graells, que en esos momentos estaría pasándolo fatal en el Caribe. ¡Pobre muchacho, qué sufrimiento! En un gesto muy bello, los padres del caribeño acudieron al partido para apoyar a los compañeros de su hijo. Se agradece. (Yo no los vi, pero es de sobras conocida mi ceguera. Pere me lo dijo, así que si mientes, los insultos/agresiones para él). Y tras la previa del encuentro, al partido.
El match empezó con dominio del Terrassa, gracias a los puntos de Jesús Fillat y Ricard Sociats, que le permitían al Terrassa dominar al final del primer cuarto 6 a 10. En el equipo local, el dorsal 9, esa joven promesa llamada Fernández ya llevaba un triple, aunque había necesitado tirar cinco para meter uno.
Al iniciarse el segundo cuarto, Edgar Villar anotó un triple. Como todos sus compañeros pudieron apreciar, vinieron a verle jugar la Yoli y la Rocío (no sé si es su nombre, no lo creo, pero el Sancho así las bautizó), y Derrick salió muy caliente. (No seáis mal pensados, salió caliente baloncestísticamente hablando). Junto a él, apareció la figura del capitán, Don Pere Sánchez Torres, que anotó ocho puntos con dos triples. Aunque no aparezca en la estadística porque hizo pasos previamente, el dorsal 10 del Terrassa lanzó un triple excelente desde una de las esquinas. El balón impactó en el canto del tablero y un poco más y lo saca del pabellón... Horas antes del partido, el jugador anunció en su página oficial de Facebook que le habían comprado un traje. Os preguntaréis que tiene que ver eso con el partido. Pues nada, lo que pasa que me ha venido a la cabeza y lo he puesto. De nuevo en el partido, los de Edu Villar seguían dominando, y en el descanso la ventaja era de nueve puntos, 21 a 30. 
Tras el paso por los vestuarios, alterado por el padre del capitán, que irrumpió en el habitáculo mientras hablaba el entrenador, los egarenses salieron con la torrija al campo. El hecho de meter a Raúl pudo influir en ello, aunque la caraja era generalizada. La empanada la aprovechó el Rubí, que se colocó a sólo un punto, 32 a 33, gracias a un triple de González. (No, no soy yo). Ahí, los egarenses reaccionaron, y gracias a un parcial de 6 a 0 entraban con siete puntos de ventaja en el último cuarto, 32 a 39.
El acto decisivo empezaba con el Regina Carmeli muy acertado. González seguía anotando, y colocaba a los suyos a dos puntos, 37 a 39. En ese instante Javi Góngora anotó seis puntos consecutivos, que le dieron aire al Terrassa, pero el Rubí no bajó los brazos. Entre las pérdidas de balón, y los fallos desde la línea de personal, el conjunto local empató el encuentro a 53 gracias a un triple de Borges, quien todavía no sabe cómo lo metió, puesto que su tiro no era precisamente brillante. Prueba de ello, la acción final, de la que se hablará más tarde. Con 53 a 53 en el marcador, el Rubí hizo falta a Pere. Anotó el primer tiro libre, y falló el segundo. Ahí apareció el hombre del partido, Jesús, para coger el rebote ofensivo y darle una nueva posesión a su equipo. Los locales, hicieron falta de nuevo. Esta vez era Edgar quien lanzaba. Invirtió el proceso. Si antes Pere había metido el primer y fallado el segundo, Rose lo hizo al revés. A falta de cuarenta segundos, el Regina perdía de dos, y tenía la posesión. Tuvieron tres tiros para ganar o empatar. El primero, tras un pick&roll, del que el dorsal 9 salió libre para tirar de 3. El tiro frontal salió rebotado, y en lucha por el rebote, el árbitro (del que hablaremos más tarde) decidió darle el balón al Rubí. El entrenador local pidió tiempo muerto para montar la última jugada. Borges, que anteriormente había empatado el encuentro con un triple, falló a un metro del aro. Su compañero Jiménez cogió el rebote en ataque, pero erró de nuevo. El último rechace fue a manos de Edgar, que dejó pasar el tiempo hasta el final. El Terrassa había ganado 53 a 55, por lo que el campeonato se le pone muy favorable hasta final de temporada.

Anotadores: Raúl, Pau, Oriol, Ramon, Carlos, Héctor (1), Edgar (12), Pere (10), Sancho (¿2?), Ricard (10), Jesús (10) y Javi (10). Como se observa, anotación repartida.

El MVP de esta semana es para Jesús Fillat. Además de anotar diez puntos y coger un rebote ofensivo vital, realizó un gran encuentro. Ahora sí, tuvo minutos para hacerlo, que el muchacho estuvo casi 35 minutos en pista.

OTROS SUCESOS DESTACABLES
En primer lugar, hablaremos del señor Puig, el colegiado. Sabiendo de antemano que los árbitros son muy malos, sean de la categoría que sean, éste se llevaba la palma. No corría, no estaba atento al juego, y además, se creía bueno. Pero esto no era lo más grave. Señores  de la Federació Catalana de Basquetbol. Les pido, por favor, que no designen a árbitros con problemas de daltonismo para arbitrar en pistas en las que hay muchas líneas de diferentes colores, porque luego pasa lo que pasa. Que la línea del partido es la roja, y los jugadores se pasean por la amarilla, un metro más alejada, por lo que están fuera del campo, y el susodicho no pita fuera. ¡Solventen el problema! 
Seguidamente, tiempo para Sancho y Pau. Anoche tenían un cena con el Senior A. Esperemos que fuesen buenos y no haya que destacar nada en las próximas crónicas.
Y el último, para Jesús. Cuando juguemos online al Call of Duty, mejora tu nivel, porque sino me aburro. Que solo hago que matar zombies, mientras que tú no cazas a ninguno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario